A veces dos manos revolotean sobre un cuerpo
como el viento traza recorridos secretos por las calles.
Levantan el polvo,
las hojas secas
y la mierda que se acumula en los rincones
y echan a la puta soledad
de esa esquina que venía ocupando cada noche.
A veces dos manos pueden contener toda la belleza del mundo,
pueden trazar letras invisibles,
pueden pintar todos los colores y
y dibujar sonrisas en cada rostro que acarician.
A veces unas manos pueden deshacer trincheras,
tirar todas las puertas,
levantar banderas,
entrar rompiendo amarras en un apartamento vacio y sin ventanas.
A veces dos manos pueden amarrar los relojes de todas las estaciones
y revolucionar tardes perezosas que dormitan sobre la hierba humeda.
1 comentario
Sabinista -
pos a mí me gusta!pero es que a mí siempre me has gustado...ya sabes que me impresionaste y te admiré cuando leí tu primer blog, y este no se keda atrás (aunq tú no lo sepas ;)
te amo, y amo todo lo que haces.