que no duraban, que no dolian,...
Me gusta el sexo, lo reconozco. Y soy una romántica, lo reconozco. Me gusta que me desnuden. Que me besen. Me gusta sentir el impetu de otro cuerpo contra el mio. Y sobre todo, me gusta sentir la fusión del deseo, una bola gigante que crece hasta explotar.
Y más que el sexo me gusta probar. Me gusta rozar los límites. me gusta hacer cosas que "no debería hacer". Y por si fuera poco me gusta el exceso, en todo. Por todo ello a veces me gusta follar durante toda la noche y no sólo hacer el amor.
También me gusta que me abracen por la espalda, que me den besitos en el cuello, que me acaricien el pelo. Y me gusta abrazar a alguien, contener la respiración y sentir que me estoy conviertiendo en siamesa. Me gusta volar.
Me gusta follar y sentir que "voy a morir de tanto amor".
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Anónimo -