corriendo
Un coche, una casa. Poder. Libros, ropa bonita, un ordenador. Poder. Viajes, cenas, conciertos. Poder. Una cuenta corriente desahogada. Poder. Ser mejor que ellos. Poder. Reconocimiento. Autorrealización, autorrealización, autorrealización,...
La autorralización la invento alguna empresa para que la gente se conviertiera en una maquinita al servicio de la producción. Corremos sin parar detrás de "una vida mejor". Esta es la realidad en la que se sustenta la publicidad; o la irrealidad. Por eso corremos, corremos, corremos sin parar como una hamster en la rueda de su jaula. Corremos sin parar. Y algún día nos da por pararnos, o por pensar que nos apetece pararnos. Y nos damos cuenta de que si contemplamos emocionados una puesta de sol, si nos dejamos llevar por el vaivén de las olas, si amamos, ya sabemos lo que significa: autorrealización.
Cinco minutos más tarde, nos imaginamos viendo una puesta de sol en el Café del mar, pensando en lo emocionante que tiene que ser sentir las olas chocar contra un barquito, viajando por el mundo con la persona amada,...
Y seguimos corriendo y corriendo y corriendo, sin emocionarnos ante una puesta de sol.